Adicciones

Quiero Ayudarte

Lo primero que quiero que sepas es que aunque trabajo en diferentes áreas clínicas, durante 12 años he estado trabajando específicamente con personas con problemas de adicción tanto a nivel residencial como de forma ambulatoria.

Los trastornos adictivos tienen un asociado un fuerte estigma, sin embargo, razón que aumenta el dolor de la persona que los padece y por eso, muchas personas la viven a escondidas, les cuesta reconocerlo y mucho más pedir ayuda por ello.

Tras una persona con problema de este tipo, hay una persona que está luchando por conseguir algo para sí mismo/a, sólo que de una manera equivocada

¿En qué consiste una adicción?

Lo primero que quiero destacar es que la clave de toda adicción es la pérdida de libertad y el sufrimiento.La adicción es seguramente el trastorno psicológico con mayor estigma y que más mediatizado se encuentra por la moral y la ética. Es por eso, que muchas personas la viven a escondidas y les cuesta reconocerlo y más pedir ayuda por ello.

La adicción no es un pecado capital, es un problema emocional y biológico. Biológico implica que, contrario a lo que suele pensarse, la adicción no es una cuestión de falta de voluntad o dejadez, es una enfermedad real que actúa sobre nuestro cerebro alterando el sistema de recompensa y provocando una descompensación en la neurotransmisión.

El núcleo de la adicción es el abuso frente al uso, es tratar de encontrar en una sustancia (o en ausencia de ella) aquello que no somos capaces de obtener por otras vías en la “vida real”. La adicción engrana con nosotros satisfaciendo una necesidad básica que no disponemos de forma natural, como puede ser la de regularnos emocionalmente y calmarnos, sentir plenitud y satisfacción, o saber como sociabilizar, y un largo etcétera.

Como llevar a cabo un tratamiento de una adicción de forma general

La terapia psicológica para adicciones suele ser de medio largo plazo. Depende mucho del estado de motivación con el cambio.

Muchas personas llegan a consulta en lo que llamamos los psicólogos fase de precontemplación. En este fase, la persona detecta que hay un problema y que debería ocuparse de él, pero aún no hay un compromiso claro con el cambio.

El consumo prolongado va construyendo el laberinto desde el que cada vez cuesta más escapar, promoviendo la necesidad de conectar con la sustancia y desconectarnos de nosotros y la vida.

Por otro lado, y desde la parte más pragmática, abandonar una situación de consumo prolongado conlleva tener que atravesar determinadas situaciones complejas como la ansiedad y angustia que nos puede provocar su ausencia en los momentos en los que la requeríamos, la culpa por recaer o la dificultad de tener que negarse el deseo.

Quizás el punto más complicado sea el de conseguir convencerse de la necesidad de abandonar la adicción, muchas de ellas viven integradas en una vida aparentemente normal y al no llamar la atención, se siguen manteniendo.

No os voy a engañar, el tratamiento y la desintoxicación en un caso de adicción es una tarea dura. Lo cual no quiere decir imposible, ni mucho menos.

Lo ideal en el tratamiento de las adicciones es que este sea compartido por un psicólogo especialista en adicciones y un médico (intervención farmacológica).

Será necesario, además del trabajo personal que nos lleve a comprender que nos falta y que necesitamos llenar, medidas y herramientas para afrontar el cambio:

“El adicto busca en los lugares equivocados, pero va detrás de algo muy importante, y no podemos permitirnos ignorar el significado de esa búsqueda.”

Tipos o clases de adicciones

Las adicciones suelen dividirse en dos categorías principales:

Todas y cada una de ellas, tienen una forma diferente de expresarse y son una forma de satisfacer una necesidad real de la persona de forma temporal y efímera.

Cada problema de adicción o dependencia tiene sus particularidades, con lo que el tratamiento debe ser personalizado y debemos comprender la función que está cumpliendo en la vida de la persona.