Gestión Emocional

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¿En que consiste la gestion emocional?

Aunque cada modelo de psicoterapia defiende una postura, todas están de acuerdo en que las emociones y aprender a gestionarlas (porque controlarlas es imposible) juegan un papel clave, en especial las desagradables, que solemos a intentar «no sentir» y de las que huimos, lo cual genera problemas al desregularnos emocionalmente, normalmente en forma de impulsividad, ansiedad, rabia o tristeza profunda.

Muchas veces no sabemos bien qué nos pasa o cómo nos sentimos porque tenemos muchas emociones juntas o no sabemos identificarlas.

La gestión emocional es el proceso por el que detectas, entiendes y aceptas tus emociones. Hay que partir de la base de que nunca vas a poder controlar completamente tus emociones. Pero aprender a gestionarlas te ayudará a entenderte mejor a ti mismo y te resultará beneficioso en multitud de situaciones.

Las situaciones o experiencias que vivimos hacen que nos sintamos de distintas formas y la intensidad con la que vivimos las cosas también depende de cada persona, por lo que debes aprender a entenderte a ti.

Beneficios de una buena gestión emocional-.

Son muchos los beneficios que te puede aportar la gestión emocional, tanto para ti como para el resto.

La buena gestión de tus emociones es clave para el crecimiento personal individual, te ayuda a entenderte a ti mismo. Saber qué sientes y por qué te sientes así te ayudará a sobrellevar mejor ese cúmulo de emociones, lo que puede llevar a aceptarte y quererte más y mejor y hacer más fácil la toma de decisiones. Con lo que te ayudará a funcionar mejor ciertas situaciones en otros entornos como el académico, trabajo, etc.

Además, la claridad que te aporta entender tus sentimientos hará que puedas expresarte mejor con los demás, conectar y comprender las emociones del resto y poder resolver mejor tus conflictos ayudándote a que te relaciones mejor.

Cómo se trabaja un proceso para una buena gestión emocional

La gestión emocional es sobre todo una cuestión de asumir honestamente cómo nos estamos sintiendo y entender de dónde vienen esas vivencias, que necesidades tratan de indicarnos (protegernos, acompañarnos, reparar el daño…) pero sobre todo, de en vez de taparlas o huir porque nos den miedo, elegir libremente qué queremos hacer ante ese conflicto, mirándolo aunque duela para entenderlo, y una vez lo entendemos, poder tomar partido de forma eficaz.

La gran mayoría de los problemas con los que nos enfrentamos las personas se viven de forma aún más dolorosa por cómo nos hace sentir, algo que muchas veces nos bloquea o hace que no «nos pongamos» con aquello que tenemos que hacer, aplazándolo, excusándonos o huyendo de ello, de ahí que aprender a gestionar las emociones tenga un papel clave no sólo a la hora de sentirnos mejor y ser más felices, sino también a la hora de resolver problemas de forma eficaz.