Embarazo y Postparto

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Acompañamiento emocional durante el embarazo, parto y postparto

Ser madres o padres puede ser una decisión difícil, puede ser meditada previamente o puede llegar de improviso. Nos puede o no encantar la idea, pero sabemos que puede convertirse en la experiencia más dura de nuestra vida. La maternidad y paternidad es un periodo de transición vital y de cambio de identidad, que pueden suponer dificultades psicológicas si no se tienen las herramientas suficientes para abordarlas.

Trabajaremos directamente sobre esos factores psicológicos asociados, ayudando a la madre, padre, a su pareja o a la familia a prevenir o tratar cualquier malestar que se pueda dar en estos momentos.

El embarazo es un momento importante en la vida de una persona, la mujer, en este caso, será la que más impacto vital tenga, tanto desde el punto de vista fisiológico como psicológico.

Comprende grandes cambios, hormonales, fisiológicos, cognitivos y sociales, y como todo proceso de cambio, puede provocar en la persona que lo vive dificultades a la hora de afrontarlo, que se pueden expresar en niveles altos de estrés, ansiedad, depresión o irritabilidad, entre otros. Los estudios han demostrado que cuando las mujeres embarazadas experimentan estos síntomas, afecta tanto a ellas, como al bebé en desarrollo.

 

¿Cómo puedo ayudarte?

El apoyo psicológico en el embarazo, parto o posparto te puede ayudar a mitigar ese estrés, miedos o preocupaciones y a expresarte en un espacio sin prejuicios y de apoyo, donde como mamás y papás podáis hablar abiertamente sobre temas “prohibidos” en el entorno social o por vosotros mismos, como pueden ser los temores o arrepentimiento.

A muchas de esas dificultades no se les da el lugar que merecen, se dejan a un lado y se espera que se vayan mitigando solas, provocando a medio-largo plazo problemas más graves.

El posparto es el periodo de mayor riesgo para el desarrollo de trastornos psicopatológicos, que se verá incrementado en caso de no haber un trabajo psicoemocional o recursos personales previos, especialmente en la embarazada.

Buscar apoyo psicológico durante el embarazo o después de recibir a tu hijo/a, te va a proporcionar las herramientas suficientes para empoderarte emocionalmente ante esta nueva situación vital, y en consecuencia para prevenir que se den problemas más graves.

Es normal que sientas ciertas resistencias ante la idea de buscar ayuda en este momento, ya que se supone que “es el momento más feliz de tu vida”, “y a terapia sólo se va si algo realmente malo sucede».

Y tienes razón, puede ser el momento más feliz de tu vida, pero eso no implica que no sea difícil, juntas vamos a trabajar para que este momento de tu vida puede ser mucho más sencillo y feliz de lo que ahora mismo estás sintiendo, juntas lo comprobaremos.

El positivo no llega, frustración, pruebas y más pruebas ¿por qué para unas es tan sencillo quedarse embarazada y para mi no? ¿me he esperado demasiado?

Es muy importante dar visibilidad a la infertilidad, porque existe, porque muchas parejas la están sufriendo y que todo su entorno no entienda por lo que están pasando genera aún más dolor y soledad.

Mi trabajo consiste en apoyarte y acompañarte, para que recorrer el camino que te llevará a ser madre, sea más llevadero.

Si tienes que decidir sobre la vida de tu hijo o has pasado por esta dura situación, recuerda que no estás sola, por desgracia muchas mujeres han pasado por ello y muchas más pasaran por esto en un futuro.

Sé que muchas personas ya tendrán una idea prefijada de lo que es el aborto, pero también sé el dolor que supone tomar esta decisión y que nunca se toma por gusto. Por lo que dar visibilidad a este tema, es vital para mejorar los protocolos que atienden a las mujeres en el momento más vulnerable de su vida.

Uno de cada cuatro embarazos no finalizará con un bebé vivo en los brazos de sus padres.

Esta es la dura estadística que parece que la sociedad olvida, porque un bebé es un milagro y que todo vaya bien también.

Hablar de nuestros bebés estrellas (término que se utiliza para hablar de los bebés fallecidos), es la mejor manera de integrar lo que sucedió y de dar el espacio a ese bebé.

Por lo que normalizar que cuando una mujer se queda embarazada 9 meses después tendrá un bebé, genera múltiples sentimientos devastadores cuando esto no sucede así. Entender que estos bebés han existido y que forman parte de una familia, es vital para sus padres, que ven como el resto no se atreve a nombrar a aquel bebé que mientras estaba vivo todo el mundo hablaba de él.

Hablaremos sobre el duelo, sobre como sobrellevarlo y como acompañar a una pareja que esté pasando por ello.

¿Y cuándo lo volvemos a intentar, tras la muerte de mi bebé?

Probablemente sea en un nuevo embarazo después de una pérdida, cuando miraremos al “terror” de cara porque, aunque un embarazo trae alegría, estos embarazos traen mucho “miedo”.

El miedo no desaparecerá, probablemente con el paso de los días y semanas irá creciendo, porque además se suma que conocemos más historias de otras mamás que también han perdido a sus bebés y esto abre el abanico de todo lo que puede pasar.

Miedo e incertidumbre, por lo que necesitamos una buena dosis de esperanza e ilusión y creer que, si se puede, los bebés arcoíris llegan y esto es una realidad, no la perdamos de vista.

El parto es una experiencia intensa, reveladora y con una gran capacidad de transformación personal, pero por contra y justo por la intensidad que conlleva, si sentimos que las cosas no han salido como esperábamos puede convertirse en un evento traumático.

El parto es una experiencia íntima, que va ligada a la sexualidad de la mujer y por ello necesita de su control, esto muchas veces no sucede así debido a la violencia obstétrica que se produce en todo el mundo.

Aunque ese parto que nos genera angustia no cambiará, podemos aprovechar todos los aprendizajes que nos ha ofrecido, porque las situaciones de crisis no son solo espacios de sufrimiento, sino que son momentos únicos de crecimiento personal que hay que saber valorar también.