¿Qué es un Duelo Complicado?
El duelo es una respuesta emocional a algo tan natural como es la muerte o abandono de un ser querido y no debe ser considerado una enfermedad, sino. El duelo contiene procesos o etapas que no deben ser asimilados de forma rígida, sino más bien como marco de referencia. Además, cada duelo es vivido de forma única por una persona y no debe confundirse con el duelo complicado.
Formas de duelo complicado o patológico
Cuando el tiempo pasa y la persona no se adapta a la nueva situación y continua manifestando dolor intenso, angustia o la ansiedad ante pérdida.
La persona se siente desbordada de dolor y trata de evadirse mediante conductas de evitación. Son habituales el consumo excesivo de alcohol o drogas, centrarse obsesivamente en el trabajo, o cualquier conducta que le permita sobrellevar el dolor. En última instancia, la persona puede presentar síntomas de ansiedad o depresión.
La persona manifiesta cambios conductuales, cognitivos o emocionales sin relación consciente con el duelo. Por ejemplo, puede experimentar síntomas físicos similares a los del fallecido antes de morir o desarrollar problemas psicopatológicos sin ser consciente de que su malestar se relaciona con el duelo no resuelto.
Síntomas
La forma de manifestarse el duelo patológico o complicado es frecuentemente amplificaciones o distorsiones de reacciones emocionales a la pérdida. Algunos de estos signos en el/la doliente son:
- Experimenta un intenso dolor ante cualquier referencia a la pérdida.
- Reacciona emocionalmente de manera sobredimensionada ante acontecimientos de escasa importancia.
- Presenta dificultades para desprenderse de objetos pertenecientes a la persona fallecida.
- Desarrolla síntomas fisiológicos o somáticos parecidos a los que experimentaba el fallecido antes de la muerte.
- Dificultades para relacionarse con familia, amigos y/o reticencias para desarrollar actividades asociadas con el fallecido.
- Presenta un estado anímico decaído, abatimiento, culpa y/o baja autoestima
- Comienza a imitar a la persona fallecida, compensando la pérdida a través de su identificación con la persona fallecida.
- Reacciones fóbicas respecto a la enfermedad o motivo de defunción y/o tanatofobia (miedo exacerbado a la muerte).
¿Cómo orientaremos el tratamiento del duelo patológico?
El tratamiento tiene como objeto disminuir o suavizar los estados de angustia, tristeza o ansiedad asociados a la pérdida. Cada persona asumirá un ritmo y forma personal y cada caso debe ser abordado sus propias particularidades con flexibilidad. Generalmente, el tratamiento plantea una serie de metas:
- Facilitar la expresión emocional, sentimientos inhibidos y el relato de la historia de vida compartida.
- Explorar y analizar las implicaciones de la pérdida en ámbito afectivo, familiar, social, etc.
- Prevenir el aislamiento social y fomentar actividades gratificantes.
- Facilitar la resolución de dificultades cotidianas y la readaptación a la nueva realidad.
- Facilitar la proyección gradual de la persona hacia el futuro.