Depresión

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¿Qué es la depresión?

A día de hoy casi todas las personas conocen este trastorno del estado de ánimo. Lo que la mayoría desconoce es lo realmente duro e incapacitante que es sufrirlo, y el trabajo que conlleva poder salir de é. Habitualmente estos periodos se alargan sino nos ponemos en tratamiento.

La persona que sufre depresión vive inmersa en una intensa tristeza, una falta de fuerzas para poder realizar esfuerzos, una incapacidad de disfrutar de cualquier cosa y alteraciones del sueño (insomnio o hipersomnia). Normalmente va acompañada de sentimientos profundos de una falta de valía personal, una autoestima baja, falta de claridad mental y capacidad de concentración o para tomar decisiones y una gran cantidad de pensamientos críticos con   nosotros   mismos.   A   menudo   provoca mucha frustración debido a la incapacidad para poder sentirse de otra manera, y poder acabar de una vez, con ese estado en el que se encuentra.

La persona que tiene depresión a menudo recibe mensajes del entorno tales como que es una cuestión de actitud o de exceso de negatividad. Suele escuchar también, que se soluciona echándole ganas y teniendo una buena voluntad.

Como consecuencia, la depresión también provoca aislamiento, debido al sentimiento de incomprensión a la hora de hablar de lo que se siente, y el distanciamiento que provoca ver como “todo el mundo es feliz menos uno/a mismo”.

La persona suele dejar de expresar lo que siente por temor a repetirse y aburrir a los demás, sobre todo, cuando lleva un tiempo prolongado inmersa en ese estado.

En la depresión hay una cierta renuncia emocional y fisiológica a la vida.

La depresión, como todo lo que ocurre a nivel psicológico, tiene un por qué: siempre es una respuesta a algo que pasa en nuestra vida (salvo algunos problemas biológicos que son muy poco frecuentes). Las personas se deprimen porque tienen un motivo, porque han perdido algo fundamental en sus vidas o algo se les ha roto por dentro, porque dejan de tener un sentido de vida…

Esa tristeza profunda nos invade y nos coloca en una posición de indefensión, desde donde creemos que va a ser imposible salir de ahí. Pero aunque no nos lo parezca, sí que se puede, aunque aún no sepamos cómo. Ya que es el indicador de que hay algo que necesitas, que no logras y por eso estás así. Mi labor como psicóloga, es ayudarte a encontrar eso, a sanar esa herida, sentirte seguro/a y con la fuerza suficiente para vivir.

Tipos de depresión

La depresión tiene grados o diferentes niveles de gravedad. Una depresión severa es aquella que cursa con síntomas graves y/o que se ha mantenido durante un largo espacio de tiempo.

Algunos síntomas que indican gravedad son:

Además según el origen de la depresión también podemos diferenciarla. En unas es un suceso más o menos concreto, el cual ha desencadenado el trastorno. Y otras, la carga genética es mucho más importante.

La búsqueda de las causas habrá que hacerla en el interior, y en un estudio profundo sobre lo qué realmente nos sucede.

En ocasiones, muchas personas han recibido un diagnóstico erróneo de depresión. Esto por desgracia suele ocurrir, y será lo primero que debemos valorar. La depresión a veces también aparece como parte de otros trastornos por lo que necesitaremos llevar a cabo un buen diagnóstico diferencial ya que tanto el tratamiento y la forma de entender cada caso es muy diferente.

Tratamiento de la depresión

EL tratamiento para la depresión mayor pasa por comprender que ha pasado, activarnos y recuperar la esperanza. La terapia psicológica en depresión suele partir de la creencia generalizada del no puedo.

Para ello, la reestructuración cognitiva, la activación conductual o el EMDR son las técnicas que han demostrado una mejor eficacia terapéutica.

En ciertas ocasiones, también es recomendable el tratamiento farmacológico. Si bien es cierto que, la medicación no es una solución mágica y definitiva, a veces es necesario recuperar cierto estado mental y emocional para que la terapia psicológica sea más efectiva.

Esta función debe ser llevada a cabo por un médico, preferentemente, psiquiatra.

Sin embargo, nunca, nunca, nunca, debemos olvidarnos que cada síntoma expresa algo personal. Eso es lo fundamental y lo que es más importante descubrir.

Los trastornos depresivos, además suelen cursar con síntomas ansiosos. De manera que a menudo el tratamiento deber mixto para la ansiedad y la depresión.